El Festival del Medio Otoño: un puente entre el Pasado y el Presente
Las tradiciones son el hilo conductor que mantiene viva la herencia cultural de una sociedad, transmitiéndose de generación en generación, frecuentemente a través de la familia. Un ejemplo de ello es el Festival del Medio Otoño, una celebración que tiene lugar cada año el decimoquinto día del octavo mes lunar en China.
Recientemente, la academia de chino del Centro de Idiomas de Xalapa profundizó en esta tradición con el seminario web “La magia del festival de Medio Otoño”. El evento contó con la participación de la maestra Wánglihut, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Chongqing, así como de dos estudiantes de la Universidad de Changzhou: Wú Yànháng, quien habló sobre los deliciosos “pasteles de luna”, y Niwénxuān, que compartió poemas alusivos a la festividad.

Existen varias teorías sobre su origen. Una teoría lo vincula a las prácticas sacrificiales de los antiguos emperadores de China. El «Libro de los Ritos» documenta este ceremonial al afirmar: «El emperador adora al sol por la mañana en primavera y a la luna por la tarde en otoño». La frase «luna de otoño» se refiere precisamente a este culto, lo que indica que los rituales imperiales en honor a nuestro satélite se remontan al Período de Primavera y Otoño (771-476 a.C.). Con el tiempo, esta práctica fue imitada primero por la nobleza, los funcionarios y los eruditos, para después extenderse entre el común de la población.
En segundo lugar, los orígenes del festival están profundamente ligados a los ciclos de la producción agrícola. El otoño es, por naturaleza, la estación de la cosecha. Para el mes lunar de agosto, los cultivos y los frutos alcanzan su maduración. Así, el Festival del Medio Otoño surgió como una celebración de la abundancia, una forma en que las comunidades agrícolas expresaban su gratitud y alegría por los frutos recolectados. De hecho, el nombre mismo de la festividad alude a su temporalidad: «Medio Otoño» significa precisamente «mediados del otoño». Al ser el decimoquinto día la mitad del octavo mes lunar, esta fecha marca el punto central de la estación. Por ello, muchos estudiosos consideran que este festival podría ser una herencia directa de la costumbre antigua conocida como el «Informe de Otoño» o la celebración de la cosecha.
El corazón de la festividad late en sus costumbres, siendo la más significativa la contemplación de la luna. En la noche del festival, las familias se reúnen para admirar el astro y compartir los emblemáticos pasteles de luna. Este acto, incluso para quienes están lejos, es un poderoso símbolo de unión y reencuentro. Originalmente una ofrenda a la deidad lunar, el pastel se transformó con el tiempo en un ícono de reunión familiar que se intercambia como obsequio entre seres queridos.
La celebración también se viste de colores y movimientos en el sur de China, donde traditions como el lanzamiento de linternas voladoras y la danza del dragón de fuego iluminan el cielo. El desfile de niños con linternas de colores añade un ambiente de alegría y fantasía a las calles.
Hoy, el Festival del Medio Otoño trasciende fronteras, celebrándose en diversos países asiáticos. Esta antigua tradición demuestra una asombrosa capacidad para revitalizarse, tendiendo puentes no solo entre el pasado y el presente, sino también entre Oriente y Occidente, manteniendo su esencia de unidad y celebración familiar.
